El 17 de febrero, volvemos a abrir nuestro espacio a un taller que nunca deja indiferentes a los participantes, las Constelaciones familiares. Carmen María Martí nos acompañará como terapeuta facilitadora experta en este modelo, formada en la Hellinguer School de Alemania, y miembro de la Hellinguer Sciencia
Las constelaciones familiares son una herramienta terapéutica grupal, que nos da una información muy valiosa, sobre como participamos a nivel inconsciente dentro de conflictos que incluyen a todo el sistema familiar, y que finalmente acaban afectando a nuestras relaciones de todo tipo.
Es una terapia grupal de orientación sistémica, es decir, ofrece una mirada amplia hacia todo el sistema, y proporciona la posibilidad de encontrar un nuevo espacio más saludable en él, de forma que podamos eliminar los obstáculos que nos impiden avanzar y disfrutar, cada vez más, de una buena vida.
Este enfoque se plantea la existencia en todo sistema familiar de, por un lado, una cierta memoria interpersonal, es decir, una especie de codificación de las pautas relaciones que se han mantenido en este sistema. Por otro, de una vía de transmisión de generación en generación de dichas pautas relacionales, sobre todo de aquellas que han sido marcadamente disfuncionales.
De esta forma, se entiende que muchos de las dificultades emocionales o problemas psicológicos actuales que una persona, o una determinada relación, pudieran estar sufriendo, son en muchos casos el resultado de viejos conflictos que no se elaboraron adecuadamente en el pasado de la familia y que permanecen operativos en la actualidad.
Bert Hellinger desarrolló el trabajo de Constelaciones Familiares, un método sumamente eficaz para descubrir los enredos inconscientes y reunir el amor con el orden para que los vínculos puedan sanarse. El trabajo se realiza en grupos y siempre a cargo de un Constelador (facilitador).
Las Constelaciones Familiares son mucho más que una herramienta terapéutica, nos pone en contacto con los movimientos más profundos de nuestro alma o ser y nos revela el amor que está en la fuente de nuestra vida. La exploración de las dinámicas que perduran en nuestro sistema de familia tiene un efecto poderoso de sanación y reconciliación, tanto a nivel físico como espiritual.