La mayor parte del tiempo funcionamos en piloto automático... Esto tiene consecuencias importantes sobre nuestra calidad de vida. A causa de esta inconsciencia crónica, corremos el riesgo de ir por la vida como si nos la pasáramos de largo, desconectados de lo esencial… y nos la perdemos…

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A pesar de que hay muchos tipos de meditación, cuyo objetivo es alcanzar estados especiales, y en cierto modo trascender o elevarse más allá de las dificultades de la vida, Mindfulness consiste en despertar a nuestra vida, tal y como es, y abrir el corazón y la mente a las dificultades y alegrías que nos proporciona. En mindfulness no meditamos para estar cómodos, no meditamos para sentirnos bien todo el tiempo, meditamos para estar con nosotros mismo pase lo que pase, sin poner etiquetas de bueno o malo, correcto o incorrecto, puro o impuro. Meditamos para despertar a la vida, momento a momento, tal cual se presenta.

Mindfulnes es la práctica de estabilizar la mente, entrenarla para estar presente, y asentarla en el aquí y el ahora, donde despertamos al mundo tal y como es.

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​Mindfulness o Atención Plena significa además, prestar atención de una forma concreta. Sin juicio, con intencionalidad, con la curiosidad del niño o del científico que mira como si fuera la primera vez, y con aceptación incondicional de aquello que es

 

Este tipo de atención nos permite aprender a relacionarnos de forma directa con aquello que está ocurriendo, aquí y ahora, en el momento presente. Es una forma de tomar conciencia de nuestra realidad, dándonos la oportunidad de trabajar conscientemente con nuestro estrés, dolor, enfermedad, pérdidas o con los desafíos de nuestra vida. En contraposición, una vida en la que no ponemos atención, en la que nos encontramos más preocupados por lo que ocurrió o por lo que aun no ha ocurrido, nos conduce al descuido, el olvido y al aislamiento, reaccionando de manera automática y desadaptativa.

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La atención plena nos ayuda a recuperar nuestro equilibrio interno, atendiendo de forma integral a los aspectos de la persona; cuerpo, mente y espíritu. Practicando la atención plena desarrollamos una mayor capacidad de discernimiento y de compasión

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A través de la práctica de Mindfulness desarrollamos una experiencia personal profunda, con el fin de aplicarla en la vida cotidiana en todos sus ámbitos, y de esta forma...

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• Incrementando la capacidad de concentración y de atención, para ampliar la percepción de uno mismo y de los demás.

• Incrementando el estado de relajación y la capacidad de autogestión del sistema nervioso.

• Siendo más conscientes de la interacción entre mente y cuerpo y su influencia en los procesos de la salud y el bienestar psicológico.

• Mejorando la forma en la que gestionamos las emociones en lo cotidiano y ante situaciones complejas.

• Recuperando la presencia, la capacidad de estar conectados con nuestra experiencia en el aquí y el ahora.

• Reconociendo el modo en el que opera nuestra mente, modo ser, modo hacer.

• Incrementando y potenciando los recursos creativos de nuestra mente.

 

Los beneficios del Mindfulness:

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Son muchos los estudios y publicaciones científicas que demuestran que el Mindfulness, reduce el dolor, ayuda a las personas a gestionar mejor el estrés y las tensiones de la vida diaria, mejora el bienestar físico y mental... Además de lo citado anteriormente, otros beneficios obtenidos de la práctica integrada del mindfulness y avalados por la investigación científica son:

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• Reduce el dolor y la reacción emocional al mismo.

• Mejora el estado de ánimo y la calidad de vida.

• Mejora la memoria de trabajo, la creatividad, la capacidad de concentración,…

• Antídoto contra el estrés, la depresión, la ansiedad, el agotamiento.

• Reduce el comportamiento adictivo y autodestructivo´

• Mejora la función cerebral

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Pero quizás uno de los mayores beneficios de la práctica de la meditación mindfulness, es la incorporación de una actitud amable hacia tu experiencia, hacia ti mismo, y hacia los demás. Implica el desarrollo de otra cualidad también innata en todo ser humano, como es la COMPASIÓN, que nos permite darnos apoyo y soporte ante la experiencia que se nos presenta, cuando esta es dolorosa y difícil. Es un movimiento activo que busca cuidar en  el sufrimiento ajeno y propio. La compasión facilita el mindfulness, y lo dota de corazón.

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"Amar, en el contexto del budismo, es por encima de todo, estar ahí. Pero estar ahí no es fácil. Algo de entrenamiento es necesario, algo de práctica. Si no estás presente, ¿cómo puedes amar? Estar ahí es una arte, el arte de la meditación, porque meditar es traer tu verdadera presencia al aquí y al ahora. La pregunta que surge es: ¿Tienes tiempo para amar?   Thich Nhat Hanh

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Dentro de tu tiempo de paz, disponemos de varias opciones para la práctica y el aprendizaje del mindfulness y la compasión:

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