Si has llegado hasta aquí, lo más probable es que hayas experimentado alguna vez la ansiedad, que hayas tenido alguna experiencia de sentirte nervios@, inquiet@, agitad@, preocupad@, con la cabeza que no para, asustad@ quizás por las señales que te llegan desde tu cuerpo y que te hacen sentir fuera de control, intentando no pensar, o no sentir determinadas sensaciones y pensamientos, jugando al ratón y al gato con ellas, con dificultades para conciliar el sueño, angustia o naúseas, en definitiva, con sensaciones que te hacen creer que has perdido el control sobre tu experiencia, por más que intentas por todos los medios recuperarlo a toda costa

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La ansiedad suele manifestarse de una forma muy desreguladora. Nos hace sentir como en una montaña rusa a la que no hemos decidido subirnos, y cuyo viaje sin embargo, suele encerrar algún mensaje importante para cada cual. Algo que necesita ser cuidado, y que no haya la manera de hacerse escuchar de otra forma, más que subiendo el volumen de sus reclamaciones

 

Aunque a cada instante estarás deseando bajarte de esa montaña rusa, espero que a lo largo de este curso puedas apreciar lo importante que es que puedas aprender a permanecer en ella, precisamente para llegar a aquello que precisa ser cuidado y poder así atenderlo, el final el viaje.

 

La ansiedad es una incómoda compañera de viaje, pero se asegura que el mensaje nos llegue con la suficiente intensidad, y nos muestra si nos permitimos conocerla, de qué manera construimos nuestro sufrimiento, y como podemos tomar responsabilidad en nuestro bienestar, nuestra armonía.