Su fin es la de asesorar a las personas en determinados hábitos alimentícios que les ayuden a mejorar su dieta de forma que ésta sea más sana y equilibrada. No se utilizan productos extra “milagro” para la pérdida de peso, aparte de infusiones naturales para ayudar a eliminar toxinas, sino una alimentación equilibrada y adaptada al gasto energético de cada paciente. Se trata de llevar una alimentación básica y nutritiva, y no seguir una dieta exprés para perder peso de manera ocasional.

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En la primera visita, se recoge toda la información clínico- dietética del paciente. Hábitos alimentarios, tiempo disponible para cocinar…, se le pesa, mide…en función del perfil se entrega un menú de inicio con algunas pautas para empezar.

Después de realizar los cálculos pertinentes, se prepara un menú semanal por raciones y se acompaña de recetas muy sencillas que se irán entregando durante todo el proceso, en función de las necesidades del paciente, además de toda la información necesaria adaptada a la rutina en cada caso particular. En este momento fijamos un primer objetivo del peso adecuado y se explica cómo lo vamos a alcanzar.

 

Las sucesivas visitas, de control de peso serán semanales, inicialmente, y luego se espaciarán según nos aproximemos al peso deseado o, se vaya solucionando el problema en cuestión.

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