El tercer taller, del programa de Herramientas Gestalt para la vida cotidiana, trata sobre la comunicación y los juegos psicológicos que se dan en toda relación humana. Es una oportunidad para tomar conciencia de lo ocurre a nivel interpersonal, cuando entramos en conflicto al relacionarnos con los otros. También para desarrollar herramientas de comunicación responsable, con las que poder manejarnos mejor en dichos conflictos.
Un juego psicológico es una serie de intercambios a nivel relacional, que suelen empezar con un estímulo que lanza uno de los “jugadores” normalmente de forma inconsciente, y que busca enganchar a la parte complementaria del “otro” participante del juego. Esta serie de intercambios o situaciones relacionales, suelen ser repetitivas, y conducen a un final a menudo previsible dentro del guión que cada persona representa en el juego, y suele terminar con sentimientos de malestar, insatisfacción, frustración… y a menudo, con creencias o pensamientos que refuerzan el propio guión, y cronifican el juego.
Karpman desarrolló la teoría de Berne sobre los Juegos psicológicos y estableció que todos ellos se podían resumir en tres personajes existenciales básicos, que conforman lo que denominó “el triángulo dramático de Karpman”. Todos jugamos todos los personajes, pero solemos tener uno favorito, que se identifica con nuestro propio guión de vida. Es como si hubiéramos sacado un máster en uno de estos tres personajes:
Los tres personajes o roles son:
-Victima: Yo estoy mal y Tú estás bien, por lo que voy a hacer lo posible para que te hagas cargo de mí
-Perseguidor: Yo estoy mal por tu culpa porque has hecho algo que no debías o por no hacer algo que debías
-Salvador: mantiene una posición de Yo estoy bien y Tú estás mal, pero voy a hacer lo posible por encargarme de tu malestar.
Según Eric Berne, todos desarrollamos a lo largo de nuestro proceso de crecimiento, un guión de vida. Al estilo de los guiones de teatro o de cine, el guión de vida establece una serie de guías con las que interpretamos y guiamos nuestra experiencia, de las que es difícil salirse sin poner conciencia de su existencia.
Berne define el guión de vida, como una especie de plan de vida basado en una decisión tomada en la infancia, reforzado por los padres, justificado por los acontecimientos subsiguientes, y que acaba en una alternativa elegida que cuadra con dicho guión o plan, y que lo refuerza. El guión representa una anticipación de cómo va a ser la vida en diferentes parcelas.
Tomar conciencia de la propia participación en el juego, y responsabilizarse de las propias necesidades en la relación, suele ser la forma de salir del juego psicológico.